sábado, 29 de marzo de 2008

Austeridad

LA ERA DE LA AUSTERIDAD


Algunas frases o palabras suelen marcar etapas. A partir de ellas, se someten las formas y las maneras de llevar a cabo un plan de gestión, que, a gusto de quienes conducen, es el ideal para un determinado momento. Desde que la presente Comisión Directiva asumió, allá por Junio de 2007, la palabra austeridad cobró una vital importancia en la vida del Club Atlético Temperley. Repasemos.

Se sabe que en una institución con la envergadura de Temperley, lo esencial (no lo único) es el Fútbol Profesional. Entonces, ¿podemos decir que a partir de una buena campaña de fútbol, se puede llevar una buena gestión? Es probable. Pero, ¿cómo se hace para que el Club mantenga cierta línea de calidad en el Fútbol Profesional, si cada 10 meses se cambian 25 jugadores, 2 o 3 entrenadores y con ellos distintos objetivos? Y hay más: ¿se puede tener un club ordenado y con proyección a futuro si el equipo se hunde en la mitad de la tabla de la 3º categoría? Muchos interrogantes, y pocas certezas.

Para tener un club ordenado, con claras intenciones de crecimiento, es inevitable contar con un equipo competitivo peleando en los primeros planos. Si desmenuzamos los beneficios de una buena campaña futbolística, además de los ingresos de recaudación, TV, venta de camisetas y los futuros ingresos por venta de jugadores, algo más crece dentro de la institución: la gente se acerca al club, porque vuelve a creer en el renacimiento de este gigante dormido, vuelve a practicar deportes, vuelve a poblar el buffet y a la pileta, pero más importante aún: vuelve a darle vida social a Temperley.

Ahora bien, para llegar a esto, algo resulta tan inevitable como costoso: ¿cómo armamos un equipo competitivo, cuando los ingresos fijos del Club escasean? ¿Cómo llegamos a eso si los recursos con los que cuenta Temperley están tan distantes de los de sus rivales? Todo esto, sin salvadores ni padrinos próximos a desembarcar en 9 de Julio 360. Honestamente creo que la tarea más rauda que deberán sacar a flote los actuales mandatarios será la de generar para luego saber invertir.

Mientras tanto –y mientras que los que nos paramos del otro lado del alambre lo “permitamos”-, apostar a un equipo de segunda línea y a un entrenador de la casa (pero sin experiencia previa) parece ser el antídoto perfecto para un club del cual nadie quiso hacerse cargo hace tan sólo 8 meses atrás.

Habrá que volver a las fuentes, entonces. Volviendo atrás en el tiempo, los ejemplos intentan sacarnos las vendas de los ojos: nunca un equipo de Temperley campeón fue de los más caros, ni mucho menos catalogado como candidato. Hablando fuera de cassette con un dirigente de peso, le confió a este medio que José Barrella cuenta con luz verde para ser el DT de Temperley por 2 años más, es decir, por todo el tiempo que le resta a esta gestión. Tamaña postura no hace más que evidenciar que este presente es sólo el comienzo, y que este primer año buscará sentar las bases de una estructura a largo plazo. A tener paciencia entonces y saber exigir con justeza, que la era de la Austeridad, recién comienza.

Federico Benencio